Integrando la IA en el aula: Guía práctica para el docente innovador
- Luis Dávila
- hace 2 horas
- 16 Min. de lectura
¿Te imaginas contar con un asistente de inteligencia artificial dentro de tu clase de Matemática? Imagina que tus estudiantes de secundaria puedan obtener retroalimentación instantánea, nuevas explicaciones o retos adicionales al momento, gracias a herramientas como Google Gemini. Lejos de ser ciencia ficción, esta ya es una realidad al alcance de los docentes. La IA generativa tienen el potencial de ahorrar tiempo, crear experiencias de aprendizaje cautivadoras, inspirar creatividad y ayudar a los estudiantes a aprender con confianza. De hecho, un informe reciente reveló que cerca del 60% de los docentes considera que interactuar con sistemas de IA será una habilidad clave para el futuro laboral, y más de la mitad opina que el potencial educativo de la IA generativa supera sus riesgos, destacando su utilidad para fomentar el pensamiento crítico y mejorar trabajos estudiantiles. La pregunta ya no es si debemos usar IA en el aula, sino cómo usarla de forma ética y con propósito.
En esta entrada te presento una guía paso a paso para integrar la IA en una sesión real de clase. El objetivo es que, como docente, cuentes con propósitos pedagógicos claros al usar estas herramientas, una secuencia concreta de acciones, y recomendaciones de herramientas digitales/IA para cada momento de la sesión. Además, veremos cómo estas actividades contribuyen al desarrollo de la Competencia 28: "Se desenvuelve en entornos virtuales generados por las TIC" y sus capacidades (personalizar entornos virtuales, gestionar información, interactuar en entornos virtuales, crear objetos virtuales).
Propósitos pedagógicos de integrar la IA en el aula
Integrar IA en nuestras clases no es una moda, sino una respuesta a necesidades pedagógicas reales. Algunos propósitos claros que buscamos al hacerlo son:
Enriquecer el aprendizaje activo y crítico: Utilizar la IA como aliado del pensamiento crítico y la indagación profunda, evitando un uso pasivo que pueda estancar la reflexión del estudiante. La idea es rediseñar nuestras actividades para que la IA promueva preguntas, debate y no simplemente respuestas automáticas.
Personalizar la enseñanza y atender a la diversidad: Las herramientas de IA permiten ofrecer ayuda diferenciada en el momento oportuno. Muchos profesores valoran positivamente que la IA ayuda a personalizar el aprendizaje y atender las necesidades individuales de los estudiantes. Por ejemplo, un estudiante que ha terminado lo asignado en el aula, puede pedir retos adicionales a la IA, mientras otro estudiante refuerza conceptos básicos del tema propuestos con explicaciones paso a paso.
Desarrollar la competencia digital y la alfabetización informacional: Al incorporar IA, enseñamos a los estudiantes a usar tecnología de forma responsable. Esto incluye aprender a hacer buenas preguntas (elementos de un buen prompt), evaluar críticamente las respuestas de la IA y verificar la información con otras fuentes. Herramientas como Google Gemini cuentan con funciones de doble verificación que recomiendan corroborar los datos en la web, fomentando la literacidad informacional y las habilidades de pensamiento crítico.
Aumentar la motivación y conexión con el mundo real: La IA nos ayuda a traer al aula problemas del mundo real y escenarios interactivos. Al ver la utilidad práctica (por ejemplo, resolver un reto cotidiano con ayuda de IA), los estudiantes se involucran más. Además, la retroalimentación inmediata de una IA bien utilizada puede generar esa sensación de acompañamiento personalizado que mantiene motivados a los estudiantes.
Optimizar el rol del docente: Ya se ha hablado (y en varias oportunidades y por todos los medios) que integrar IA no reemplaza al profesor, sino que lo potencia. Nos libera de ciertas tareas rutinarias (por ejemplo, preparar sesiones de clasem realizar fichas de trabajo autónomo, generar ejercicios repetitivos, corregir pruebas objetivas, entre otras actividades) y nos permite enfocarnos en guiar, hacer las preguntas adecuadas y acompañar a los alumnos en un nivel más profundo (tomando como referencia la Taxonomía de Bloom). Como señala la literatura, no se trata de prohibir la IA, sino de que el docente acompañe su uso y redefina el rol de la tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
¿Cómo planificar e implementar la actividad de aprendizaje con IA?
A continuación, presento una guía paso a paso para una sesión de 90 minutos sobre el tema de expresiones algebraicas en noveno grado, integrando herramientas digitales e IA en cada fase. La secuencia parte de un problema contextual real y va conduciendo a los estudiantes por actividades de exploración, práctica y creación, siempre con propósito pedagógico claro. Puedes adaptar esta estructura a otras áreas.
Paso 1: Preparación previa (Antes de la clase) – Planificando con IA
Como docentes, comenzamos preparando la sesión con antelación. Aquí la IA puede ser nuestra aliada de planificación. Por ejemplo:
Investigación y Brainstroming Supongamos que queremos un contexto real sobre expresiones algebraicas. Podemos pedir sugerencias a una IA conversacional (como Google Gemini o ChatGPT) con un prompt tipo:
"Actúa como un profesor creativo y experto en enseñanza de Matemática en secundaria. Estás diseñando una actividad de aprendizaje para estudiantes de noveno de secundaria en una institución educativa. Tu tarea es proponer 3 situaciones de la vida real en las que se apliquen las expresiones algebraicas con ecuaciones de primer grado, que sirvan como punto de partida para una sesión con un enfoque de resolución de problemas. Las situaciones significativas deben ser relevantes para los intereses de los adolescentes (como tecnología, economía cotidiana, redes sociales, etc.). Devuelve la respuesta en formato de lista con título para cada situación, breve descripción y posibles preguntas guía para los estudiantes".
La IA podría proponer escenarios variados (negocios, ciencia, situaciones cotidianas). Es importante evaluar críticamente las propuestas y escoger la más pertinente.
Curación del contenido: Una vez elegido el contexto, usamos la IA para afinar detalles. Por ejemplo, si es sobre "plan de datos móviles" (el caso que usaremos), podemos preguntarle datos promedio de costos de planes móviles en nuestra región, u obtener un pequeño texto introductorio para nuestros alumnos. Siempre revisamos la veracidad de estos datos; en este punto la IA es asistente, pero el criterio docente decide.
Recursos y materiales: Preparamos cualquier recurso digital necesario. En nuestro ejemplo, podríamos crear una diapositiva con la descripción del problema (por ejemplo en Google Slides), quizás acompañada de una imagen representativa (¿tal vez generada con ChatGPT de forma creativa?), como un teléfono móvil o gráfica de costos. Si vamos a usar alguna herramienta en vivo (calculadora gráfica, hoja de cálculo, etc.), dejamos todo listo.
Seguridad y configuración: Si tu institución educativa ya tiene Google Workspace for Education y acceso a Gemini habilitado para estudiantes (recordar que debe estar activado por el administrador de la consola), asegúrate de que los alumnos puedan usarlo. Google ha implementado Gemini para estudiantes (mayorese de 13 años) de forma responsable y segura – con filtros de contenido inapropiado y funciones educativas específicas – pero debemos verificar la configuración (Gemini viene apagado por defecto hasta que la institución lo encienda para los estudiantes). Si no cuentan con Gemini, se puede usar una alternativa disponible (como ChatGPT Edu, Microsoft Copilot, o Claude Edu en modo seguro) bajo supervisión y con los protocolos de uso de herramientas IA.
Herramientas: Google Gemini o ChatGPT (para brainstorming de contexto y obtención de ejemplos), Google Slides u otra herramienta de presentaciones (para material de apoyo), Google Classroom o similar LMS (para distribuir recursos previamente).
Paso 2: Inicio de la sesión – Planteamiento de la situación significativa
El propoósito aquí es enganchar a los estudiantes presentando el reto o problema real que dará sentido a la clase. En nuestro ejemplo, iniciamos con una breve conversación y presentación:
Conectar con la realidad: Preguntamos: "¿Quién de ustedes usa celular con plan de datos o llamadas? ¿Saben cómo les cobran?". A partir de sus respuestas, introducimos la problemática: Imaginemos dos planes de telefonía para jóvenes. Describimos Plan A y Plan B: por ejemplo, Plan A cobra una tarifa fija de S/30 al mes más S/0.10 por minuto de llamada; Plan B no tiene tarifa fija pero cobra S/0.30 por minuto. Planteamos la pregunta desafiante: "¿A partir de cuántos minutos de llamada al mes conviene más el Plan A que el B?". Esta pregunta surge naturalmente si piensan: “¿Cuál me sale más barato?”.
Presentación visual: Mostramos la diapositiva u hoja con los detalles del problema. Podemos incluir una tabla comparativa de los planes o un gráfico ilustrativo. Esto ayuda a los alumnos a visualizar los datos.
Discusión inicial: Pedimos a algunos estudiantes que, a "ojo de buen cubero", intenten responder qué plan conviene para pocos minutos y cuál para muchos minutos. Probablemente dirán que si hablas poco, el plan sin tarifa fija suena bien, y si hablas muchísimo, quizás convenga el de tarifa plana. Les decimos que hoy vamos a comprobarlo usando el poder del álgebra y la IA. La motivación queda servida: es un problema cercano a su vida (siempre andan con el celular y no lo dejan para nada, y esto da pie a otra actividad de tutoría) y con una pregunta concreta que resolver.
Herramientas en el inicio: Un proyector o pantalla (para mostrar la situación), Google Slides (con la situación planteada), eventualmente un breve video de 1 minuto podría ser útil (¿quizá generado con Google Vids si se domina, para mostrar un diálogo o spot sobre los planes?), aunque esto es opcional. Lo importante es clarificar el problema.
Paso 3: Exploración guiada – Formulación de las expresiones algebraicas (con apoyo de IA)
Ahora entramos en la fase clave de desarrollo, donde los estudiantes modelarán el problema con expresiones algebraicas. Aquí combinaremos trabajo en equipo, uso de IA para apoyar el pensamiento, y debate en plenaria.
Identificación de variables: Preguntamos: "¿Cuál es la variable aquí?". Rápidamente deberán identificar que el número de minutos de llamada (m) al mes es la variable que afecta el costo. A continuación, pedimos: "Vamos a expresar el costo mensual de cada plan en función de m."
Trabajo en parejas: Los estudiantes discuten y escriben las expresiones algebraicas para cada plan. Probablemente obtengan:
Costo del Plan A: A(m) = 30 + 0.10m (30 soles fijo + 0.10 por cada minuto).
Costo del Plan B: B(m) = 0.30m (0.30 por minuto, sin fijo). Los que logren las expresiones antes pueden ayudar a quienes tengan dificultades. El docente circula, orienta y verifica que todos lleguen a estas formulaciones básicas.
Asistencia de la IA como tutor: Aquí introducimos la IA como ayudante para aprender. Por ejemplo, si una pareja está atascada, podemos sugerirles: "Pregúntale a Gemini cómo representaría el costo del plan en forma de expresión algebraica." La IA, al estar afinada para educación, puede dar pistas o la respuesta explicada. Importante: se recalca a los alumnos que no vale copiar sin entender; la IA es una guía, no hacemos trampa. En todo momento, promovemos que comparen la respuesta de la IA con la suya y la evalúen críticamente. (Gemini, por ejemplo, tiene la función de doble-check para animarlos a verificar la información, así que podemos decirles: "si Gemini te da una fórmula, pídele que justifique o que compruebe con un valor de ejemplo para ver si tiene sentido"). Esto desarrolla su capacidad de gestionar información virtual: analizan la sugerencia de la IA y deciden si es correcta.
Socialización y construcción conjunta: Tras unos minutos, en la pizarra (físico o digital) construimos entre todos las expresiones correctas, asegurando que todos las entiendan. Anotamos: A(m) = 30 + 0.1m y B(m) = 0.3m. Hablamos de qué significan el 30, el 0.1, el 0.3 en la realidad (fijo, costo por minuto, etc.).
Consulta a la IA para profundizar: Una vez establecidas las expresiones, podemos hacer una pequeña demostración en vivo. Por ejemplo, le preguntamos a Gemini en voz alta (proyectando su interfaz, si es posible): "Gemini, ¿a qué número de minutos el Plan A cuesta igual que el Plan B?". Idealmente, los alumnos deberán anticipar que esto implica igualar las expresiones y resolver 30 + 0.1m = 0.3m. Quizás alguno ya lo resolvió manualmente (resultado: 150 minutos). Pero al ver la IA calcularlo en segundos y explicar: "Plan A y B son equivalentes a los 150 min aproximadamente, ya que: 30 + 0.1(150) = 0.3(150) = 45 soles", confirmarán su respuesta. Este es un gran momento para destacar el valor de las matemáticas: la IA no adivinó; aplicó las mismas reglas algebraicas que ellos conocen. Podemos enfatizar: "Fíjense, Gemini simplemente despejó la ecuación; ¡ustedes también podían hacerlo y muchos lo hicieron!". Así la IA refuerza el contenido en lugar de reemplazar el razonamiento humano.
Otra forma de visualizar la información anterior es a través de herramientas como Geogebra o Desmos
Discusión de resultados: Con el dato obtenido (150 minutos como punto de equilibrio), analizamos con la clase: "¿Entonces cuándo conviene cada plan?". Llegamos a la conclusión: para menos de 150 min al mes, es más barato el Plan B; para más de 150 min, conviene el A. Relacionamos esto con la vida: "si hablas poco, conviene prepago; si hablas mucho, conviene plan con cuota." Esta reflexión finaliza la parte dura del problema.
Herramientas en exploración: Pizarra digital o física (para que los equipos anoten expresiones), Gemini o ChatGPT (como tutor virtual para parejas estancadas o para comprobar resultados), Geogebra o Desmos (opcionalmente podríamos mostrar gráficas de A(m) y B(m) para visualizar el punto de cruce en 150, lo cual integra TIC de visualización). También podemos usar Google Classroom o un documento compartido para que cada equipo suba su respuesta algebraica, fomentando interacción virtual.
Paso 4: Práctica y aplicación adicional – Ejercicios personalizados con IA
Tras resolver juntos el caso principal, es valioso consolidar. Aquí la IA puede ayudarnos a diferenciar la instrucción según el nivel de cada estudiante:
Ejercicios generados por IA: Podemos pedir a la IA que genere problemas análogos. Por ejemplo: "Gemini, crea 2 problemas similares de expresiones algebraicas en contexto cotidiano para mis estudiantes." Imaginemos que Gemini sugiere: (a) comparación de dos servicios de streaming, uno con cuota fija + costo por película vs otro pago por película; (b) costo de enviar paquetes con dos empresas (tarifa base + por kg vs solo por kg). Mostramos esas problemáticas a la clase.
Asignación según nivel: Dividimos a la clase según necesiten más reto o más refuerzo. A los que van más avanzados les damos el ejercicio (a) y a los que necesitan reforzar, el (b) que quizás es más sencillo. (Google Classroom u otra plataforma puede servir para asignar problemas distintos a subgrupos, para diferenciar contenido). Aquí podemos usar la función de Practice sets de Google Classroom.
Resolución asistida: Los estudiantes abordan el nuevo ejercicio. En este punto pueden trabajar individualmente. Invitamos a que utilicen la IA como autoevaluación: es decir, que primero intenten resolver solos, y luego le pregunten a la IA "¿Está bien mi solución?" o "Dame una pista para este problema". Por ejemplo, si un alumno formula la expresión y no está seguro, puede consultar a Gemini para obtener retroalimentación inmediata. Gemini está diseñado para dar soporte en tiempo real con ideas y materiales de práctica, por lo que puede brindarles pequeñas pistas o confirmar su respuesta con explicaciones. Esto simula tener un tutor 1:1 para cada estudiante, algo invaluable.
Monitoreo docente: Mientras tanto, el docente circula observando las interacciones alumno-IA. Es importante verificar que ningún estudiante simplemente copie respuestas sin procesar. Podemos hacer preguntas al azar: "¿Por qué la IA te sugirió esa ecuación? ¿Qué significa ese número?" para mantenerlos en reflexión. La mayoría utilizará la IA responsablemente si hemos establecido esa cultura. (Cabe destacar que Google ha implementado un modo “Learning Coach” en Gemini que justamente proporciona orientación paso a paso y quizzes para afianzar conocimientos. Si estuviera disponible, ¡aprovechémoslo!).
Puesta en común breve: No hace falta resolver todos los ejercicios en plenario, pero podemos repasar uno rápidamente si hubo algún error común o una solución muy creativa de algún alumno.
Herramientas en práctica: IA conversacional (Gemini/ChatGPT) para generar ejercicios nuevos y para que los estudiantes la usen como tutor de práctica; Google Classroom para asignar tareas diferenciadas; posiblemente Google Forms o Practice Sets para hacer un mini-cuestionario de autoevaluación (Google está integrando generación de preguntas con IA en Classroom, lo cual podríamos usar para crear un formulario rápido de 3 preguntas sobre el tema, por ejemplo).
Paso 5: Producción y creación – Síntesis creativa con apoyo digital
En esta fase final, buscamos que los estudiantes crean un objeto virtual sencillo que sintetice lo aprendido, desarrollando así la capacidad creativa y reforzando la comprensión.
Propuesta de tarea creativa: Por ejemplo, podríamos pedir: "En parejas, diseñen una breve infografía digital o diapositiva que le explique a otros estudiantes cuándo conviene cada plan, apoyándose en las expresiones algebraicas que encontramos." Básicamente, que resuman el problema, las expresiones A(m) y B(m) y la conclusión (150 minutos) de forma visual y atractiva.
Herramientas para crear: Aquí los alumnos pueden usar Canva, Genially o Google Slides para elaborar su infografía/diapositiva. Incluso pueden incorporar alguna imagen generada con IA para ilustrar (por ejemplo, usando Microsoft Designer o alguna herramienta libre, siempre con supervisión para uso adecuado). Lo importante es que ellos personalicen el entorno virtual de creación a su gusto: colores, iconos, texto – manifestando su estilo. Esto responde a la capacidad de personalización de entornos virtuales, ya que cada equipo ajusta la herramienta digital a su proyecto.
Una herramienta fantástica es Canva IA con la función "Programar por mi"
Asesoría de IA en la creación: La IA también puede ayudar en este paso creativo. Pueden preguntarle: "Gemini, ¿qué datos sería bueno incluir en una infografía sobre este tema?" o "¿Me puedes dar un eslogan corto para nuestro poster, algo como 'El minuto adecuado ahorra dinero'?". La IA generará ideas de texto o formas de presentar información. Nuevamente, enfatizamos la originalidad: la IA da sugerencias, pero la decisión final es del equipo. Muchos terminarán formulando sus propias frases a partir de lo que entienden.
Compartir y exponer: Si el tiempo lo permite, dos o tres grupos presentan rápidamente su producto (o todos lo suben a la plataforma virtual de la clase). Aunque sea un ejercicio corto, el hecho de crear un recurso digital significativo cierra con broche de oro la sesión: los estudiantes sienten que produjeron algo útil y tangible con lo aprendido.
Herramientas en producción: Canva, Genially, Google Slides u otra herramienta de diseño gráfico sencillo para estudiantes; buscadores de imágenes o generadores de imágenes con IA para elementos visuales (con cuidado de derechos si aplica); plataforma de la clase para que todos peguen su infografía y puedan ver las de los demás (fomentando la interacción en línea y el feedback entre pares).
Paso 6: Cierre y metacognición – Reflexión sobre el aprendizaje y la IA
No debemos irnos sin un breve cierre reflexivo, sobre todo cuando introducimos nuevas formas de aprender con IA:
Reforzar lo académico: Preguntamos: "¿Qué aprendimos hoy?". Esperamos respuestas como "a plantear expresiones a partir de situaciones", "a comparar dos fórmulas", "resolvimos una ecuación para ver cuándo eran iguales", etc. Aseguramos de repasar los conceptos clave (variable, expresión algebraica, ecuación lineal).
Reflexión sobre la IA y su uso ético: Luego preguntamos: "¿Y qué aprendimos sobre el uso de IA?". Aquí salen comentarios: "que nos puede ayudar pero nosotros tenemos que entender", "que hay que verificar lo que dice", "que no siempre hay que pedirle la respuesta inmediata sino pistas", etc.
En lenguaje de aula, remarcamos: "Hoy vieron que la IA es útil, pero ustedes tuvieron que decirle qué hacer (buen prompt) y luego chequear que la respuesta tenga sentido. Ustedes llevaron la batuta." Esto afianza la idea de uso responsable.
Conexión con la competencia digital: Explicitamos que al hacer todo esto, también han desarrollado habilidades digitales: buscar información, trabajar colaborativamente en entornos virtuales, crear un recurso digital, etc. (Ver sección siguiente de Competencia 28).
Ánimo y cierre positivo: Agradecemos la participación y quizás dejamos una pregunta al aire para seguir pensando: "¿En qué otras materias creen que podríamos aplicar algo similar con IA?" Así motivamos una transferencia futura. Despedimos la sesión destacando el logro: "¡Hoy combinaron matemáticas con tecnología de manera brillante, resolvieron un problema real y hasta crearon recursos digitales!
Herramientas en cierre: Conversación abierta (no se requiere tecnología aquí, más que el entorno virtual si la clase es remota). Si se desea, se puede usar una encuesta rápida en Mentimeter o Google Form para preguntar cómo se sintieron usando la IA, qué les gustó o les preocupó, recogiendo retroalimentación de la experiencia.
Desarrollo de la Competencia 28 y sus capacidades
La sesión descrita no solo aborda propósitos de aprendizaje de Matemática, sino que también contribuye directamente a la Competencia 28: "Se desenvuelve en entornos virtuales generados por las TIC" del Currículo Nacional. Esta competencia se refiere a que el estudiante interprete, modifique y optimice los entornos virtuales para aprender, involucrando la búsqueda y evaluación de información, la creación de materiales digitales, la comunicación virtual y la adaptación de las herramientas a sus necesidades.
Veamos cómo cada capacidad asociada se puso en juego en nuestra integración de IA:
Personaliza entornos virtuales: Los estudiantes manifestaron su individualidad al usar herramientas digitales según sus preferencias. Por ejemplo, al crear sus infografías, cada pareja personalizó la plantilla, colores y diseño en Canva/Slides, adaptando el entorno virtual a sus intereses y estilo. Asimismo, algunos ajustaron la configuración o modo de la IA (por ejemplo, pidiendo explicaciones más sencillas o más técnicas, según su nivel), lo cual es otra forma de personalización. El docente también personalizó el espacio virtual de aprendizaje al asignar diferentes ejercicios vía plataforma según las necesidades de cada grupo (diferenciación).
Gestiona información del entorno virtual: Durante la clase, se realizaron múltiples actividades de gestión de información. Al buscar datos de planes telefónicos y recibir respuestas de la IA, los estudiantes tuvieron que analizar, seleccionar y organizar esa información. Usaron criterios de relevancia y confiabilidad – por ejemplo, contrastando la respuesta de Gemini con sus propios cálculos o con valores de prueba (doble verificación). Además, construimos un banco de expresiones algebraicas (información matemática) de forma organizada. Estas acciones reflejan la capacidad de tomar gran volumen de información digital y sistematizarla para un propósito, actuando éticamente (no aceptando todo ciegamente, sino filtrando lo válido).
Interactúa en entornos virtuales: La interacción se dio en varios niveles. Primero, entre estudiantes y la IA, lo cual es una nueva forma de interacción en entornos virtuales: formular preguntas a un agente virtual y entablar un "diálogo" para aprender. Google diseñó Gemini para que los estudiantes (por ahora, mayores de 13 años) puedan aprender con confianza y de forma responsable mediante asistencia guiada en tiempo real, lo que promueve una interacción segura. Segundo, hubo interacción entre pares a través de medios digitales: algunos grupos usaron documentos compartidos o se enviaron mensajes por la plataforma durante la actividad colaborativa. Incluso la presentación de sus trabajos en un entorno digital (subir infografías, comentar en clase virtual) es parte de esta capacidad. Todos estos intercambios se realizaron respetando normas de convivencia digital (p.ej., si comentan en línea, con respeto y pertinencia), algo fundamental para la competencia digital.
Crea objetos virtuales en diversos formatos: Al finalizar, los estudiantes crearon un objeto digital (infografía/diapositiva) que comunica su aprendizaje. Pasaron por un proceso de diseño, recibieron retroalimentación (tanto de sus compañeros, docente como de la IA en sugerencias) y entregaron un producto mejorado. Este es un claro ejemplo de creación de materiales digitales con un propósito educativo concreto. Asimismo, podríamos considerar otros objetos virtuales producidos durante el proceso: por ejemplo, las ecuaciones que escribieron en el documento compartido o en la calculadora gráfica son creaciones virtuales (abstractas pero representadas digitalmente). En conjunto, demostraron que saben usar las TIC para producir contenido propio, no solo consumir.
Conclusiones y recomendaciones finales
Integrar herramientas de IA como Google Gemini en el aula de forma pedagógicamente intencionada puede transformar nuestras clases en verdaderos laboratorios de aprendizaje activo. En el ejemplo descrito, vimos cómo una sesión de Matemática tradicional cobró nueva vida: los estudiantes trabajaron una situación de su contexto, utilizaron IA para guiar su aprendizaje paso a paso, colaboraron y crearon con tecnología, todo alineado con el desarrollo de competencias digitales.
Como reflexiones finales para llevar a tu práctica docente:
Empieza de forma sencilla y con propósito: Identifica un objetivo claro y luego decide dónde la IA aporta valor. No la uses por usar; intégrala cuando facilite algo (dar retroalimentación instantánea, ofrecer múltiples ejemplos, etc.).
Establece reglas y cultura de uso ético desde el inicio: Conversa con tus estudiantes sobre qué se espera al usar IA. Deben entender que es una herramienta para pensar, no para copiar. Si ellos comprenden esto (y generalmente lo hacen cuando se les guía).
Aprovecha el aspecto motivacional: Muchos alumnos se entusiasman al usar tecnologías novedosas. Ver que sus ideas pueden ser ampliadas por una IA o que “hablan” con una máquina que les responde les genera curiosidad. Canaliza eso hacia el aprendizaje: por ejemplo, alentándolos a “poner a prueba” a la IA con preguntas desafiantes o verificando si la IA puede cometer errores que ellos detecten. Esto los pone en un rol activo y crítico.
Apredemos al lado de los estudiantes: Es normal que como docentes también estemos explorando estas herramientas. Puedes decir abiertamente "vamos a probar esto y ver cómo nos va". Modelar esa actitud flexible y de aprendizaje continuo es muy valioso para tus alumnos. Si algo no sale perfecto (tal vez la IA da una respuesta rara), tómalo como oportunidad para discutir por qué pudo pasar y qué harían la próxima vez.
Mantente actualizado/a: La tecnología de IA educativa avanza rápido. Google, por ejemplo, está constantemente incorporando nuevas funciones a Gemini y a Workspace. Dedica tiempo a leer novedades (¡por ejemplo, blogs educativos, webinars, comunidades de docentes innovadores, LinkedIn!). Así podrás descubrir nuevas formas de enriquecer tu clase. Recuerda siempre contrastar esas innovaciones con tus propósitos pedagógicos.
Integrar IA en el aula es un viaje que recién comienza para muchos. Pero, como hemos explorado, cuando se hace con intencionalidad, puede amplificar nuestra labor docente y el aprendizaje de los estudiantes, el reto está en rediseñar las experiencias de aprendizaje con la IA como guía y retroalimentación inmediata; no se trata de reemplazar al maestro, sino de potenciar su impacto.
¡La educación del futuro ya está aquí!
Si te animas a diseñar tu propia actividad de aprendizaje aquí te dejo una plantilla.
Te leo en los comentarios.
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